10 octubre 2009

RUTINA (Por: Magnolia Flores Tapia)


No puedo creer que las horas transcurran tan lento en este lugar. No me había dado cuenta de cuán rutinaria es mi vida. Desde hace años es siempre lo mismo…levantarme temprano, arreglarme, poner mi desayuno en la misma vasija de siempre, tomar el autobús y llegar a mi lugar de trabajo: el supermercado, a ver familias de todos los tipos, personas variadas, formas de hablar diversas… poco me había cuestionado todo, la mayoría de las veces mi expectativa de un día iba hacía esperar que terminara mi jornada laboral para ir a casa a ver alguno de mis programas favoritos. Tengo pocas amigas así que salgo poco, tengo un perro y no tengo novio, no sé ni por qué, pero no tengo, supongo que no soy el tipo de chica que tendría novios.
No sé cuanto tenía sin darme cuenta que mis ojos no brillaban, realmente no sé si me di cuenta alguna vez de que mis ojos no brillaban, tal vez fue justo en el momento en que se escuchó la voz rara aquella que decía “Asociada Fátima a departamento de Salchichonería” y vi a una pareja como de mi edad con todo lo que yo alguna vez soñé.
Mi rutina terminó en aquel lugar, mi rutina de trabajo, porque continué con la de mi vida, siempre lo mismo, compraba algo para preparar mi cena, llegaba por una revista, algún pan dulce y llegaba a mi departamento a alimentar a mi perro y a ver la televisión… a decir verdad, creo que prefiero volver a mi trabajo… tanto vacio… mañana haré horas extras... ah sí, esto también es rutina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario