10 agosto 2009

REMEMBRANZA (Por: Blanca Dayane Castro)

No quería ir a esa reunión, no quería recordar que mi ropa y mi pensamiento nunca encajaron con ese desfile diario haciendo honor a la moda reinante de la época. Sin embargo, todo había sido tan rápido que se tornaban borrosos los recuerdos y no hay mejor manera de avivarlos que yendo al lugar donde se originaron y quedaron como pasajes que de alguna forma fueron escondidos por el subconsciente como protección.
La preparatoria aun tiene el portón metálico que fuera testigo de los primeros besos de un sin fin de parejas, los pasillos donde la personalidad podría ser cambiada como la dirección del viento y ajustarse como veleta a veces, a merced de la opinión y consejos de tus compañeros de clase.
Ver al maestro Vaca fue un golpe al “deja vu”… sigue vivo con el mismo aspecto que tenía la última vez que tomé clases con él hace 16 años; caminé por el pasillo tratando de reconocer a alguien o de encontrarme con alguno de los galanes de calendario que había en el equipo de futbol, estaba a punto de salir corriendo cuando me encontré a una compañera y pensé que valdría la pena despertar a algunos dragones dormidos a raíz del paso de la adolescencia.
Y qué decir, mi amiga y yo nos vamos enterando que tuvimos nuestro primer beso con el mismo hombre, claro, en tiempos y circunstancias diferentes y que conservamos un poema de despedida del dichoso caballero que no se presentó a la convocatoria que reunía a 30 generaciones. Tomamos rumbos diferentes, la adolescencia donde casi se define la personalidad se hizo presente, con las mismas personas formando grupos, hablando del último chisme de la farándula, algunas mujeres presumiendo ser “orgullosamente” amas de casa, ex novios adictos a la cocaína, compañeros que iban en camino a transformase en sacerdotes y ahora tienen familia y yo sin terminar de encajar: ni con pensamientos ni opiniones, mucho menos con la ropa pero con la certeza de estar orgullosa de ser lo que soy mientras sentados en la cancha de futbol observamos un aeroplano sobrevolar el lugar que ha cambiado demasiado en 16 años.

1 comentario:

  1. Eso de las reuniones de generación son muy cómicas¡¡ Nosotros los de entonces ya no somos los mismos...
    Saluditos

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