01 agosto 2009

DE AMARTE




MINERVA P. BAÑUELOS CÁRDENAS


Pasteles gigantes, serpentinas lombricientas, payasos disfrazados de microbios, patinadoras vestidas de vaqueras texanas, enanos con sombreros de figura de cacahuates, mimos pintados de rojo con una sola mancha blanca en un ojo, trapecistas con rubíes incrustados en sus pies, magos con maquinas dentro de sus sombreros repartían diferente sabores y colores de helado, y cosas raras aparecían en el primer acto. Había dos asientos en la primera fila, estaban vacíos, y eso era algo extraño, ya que todo el pueblo fue invitado al espectáculo del circo Galaxio. ___Dime Marina, ¿En que fila estabas que no te vi?
___No fui, me quede aquí, tirada en la arena viendo la estrellas, platicando mis penas con la luna, y llorando por la partida de Jesús. Ya nada me hace reír, ya nada me hace feliz. Él se fue, él se ha ido, y mientras tú reías junto con los demás, yo estaba aquí, bajo el cielo nocturno. Esperando ver su rostro con sus ojos celestiales, estrechando su mano para llevarme al circo, al circo que llegó de Marte.

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