20 junio 2009

INSOMNIO SOÑÁNDOTE (Por: Blanca Dayane Castro)

Una gota de sudor en el cuerpo, recorre la espalda… ¿porqué sudamos?... el verano trae dulces recuerdos como es tarde que pasamos juntos viendo las formas de las nubes que se movían con el viento. Quién lo diría que ha pasado un minuto de eternidad, la gota ha desaparecido y el refrigerador está vacío desde la semana pasada… pasada la sandía que vendían de oferta en un supermercado. Una canción ronda por la mente, sería buena idea pintar en el techo un mural para dejar volar la imaginación y no estar contando ovejas para obtener después un rancho ganadero y sin soñar, sin soñar con tu perfume, con lo saldo de tu piel. La cocina está desordenada y eso de no tener sueño no deja nada bueno. Un cuchillo me sirve para quitar la costra que se formó arriba de la rodilla, ese cuchillo tiene una forma extraña, me devuelve mi reflejo pálido y apunto de formarse ojeras.
Una gota más, la piel la deja recorrer sus senderos… ¿tendrá algún objetivo el sudor? Ha pasado otro minuto de eternidad, el sudor se siente frío, frío desde el corazón que te extraña, tu nombre ahora brinca con cada oveja que pasa a formar parte del rancho de la mente despierta. Últimamente causas sobresaltos en las noches, los trabajos que hago están impregnados de ti con la esperanza de que el insomnio te traiga de vuelta hasta donde moran los sueños y quebrantos del corazón

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