20 julio 2009

DIZQUE CUENTO DE TERROR LLES O RAIT (Por: Minerva Bañuelos)




Ricardo: ¿No me digas que nunca habías estado en estas reuniones? Gelatinas multicolores, pastelillos amigables, licores sublimes y una gama de vaginas y penes para toques el cielo.
Animal: ¿Es que me debería de sorprender esto amigo? Dame un cigarrillo este frío me esta calando.
Ricardo: Toma me los encontré en el baño.
Animal: Bien inservible, hay una cosa que quiero que quede clara, este dizque festín hippie, no es mas que una descarga de lo que la sociedad es. Es decir, una completa mierda. Que quieres que te recuerde otra vez mi biografía casi perfecta.
…………………………

Escuché unos pasos arriba de la azotea y detuve la expulsión de esas piezas gruesas y olorosas.
Continué leyendo el absurdo guión de mi novia. Siempre pensé que su estupidez era natural pero, esta vez se había pasado de la línea. ¡Que idiota es ¡ ¿Piensa qué con este guión alcanzará la fama? Me di cuenta que perdía mi tiempo, y aunque en la cama es una SS-r machine, me asqueaba su brutalidad. Salí del baño muy relajado, por fin me sentía liberado y en eso, sonó mi celular, era ella. No le contesté. Es mejor dejar las cosas así, que vea que ya no tengo interés, y así me evito dramas baratos. Me senté en el sofá media hora, intentando sintonizar algún canal que me ayudara a matar mi ocio. No debió sorprenderme, pero la inmensa porquería que pasaban en ese momento en la televisión no permitió que permaneciera hipnotizado a ella.
De repente como le pasa a muchas personas, tenía ganas de algo, pero no sabía de que.
Decidí salir a caminar sin rumbo fijo, casas, avenidas, semáforos, carros, luces, banquetas quebradas, ruido, ruido, y más ruido.
¿Qué iba pensando en ese momento? En nada.
En algún momento me pareció ver una silueta perfectamente delineada. Obviamente los sentidos tenían que haberme engañado. ¿No existe lo perfecto, o sí? Como haya sido, me intrigó y tomé un atajo por un pequeño parque para alcanzar a ver a la fémina. Lo único que deseaba era que no tuviera la suerte de perro y resultará un travesti. La luna es testigo que eso no era. Lo juro.
Si le hablaba, un shuu, o un piropo de esos baratos, tal vez voltearía y empezaríamos a conversar pero, es que parecía que llevaba un cohete en su flamante culo. Todas estas ideas me pasaban en mi mente a velocidad de la luz. De repente se detuvo, y entró a un conjunto habitacional, muy ordinario por cierto. No había duda que sabía que la perseguía porque, se movía como una palmera en un Tsunami, pero su cuerpo a cada paso que daba se volvía más deseable. La imaginé completamente adherida ami cuerpo, succionando mi falo divino. ¡Sin sonar engreído! Dejó la puerta abierta y empezó a quitarse la ropa. ¡En verdad que ella lo hizo! No podía creer mi suerte. Y aunque no volteaba para verle su rostro, mis exigencias no importaban en ese momento. Pues si te dije ¿No? Ese día tenía ganas de algo y allí supe de qué. Provocado el límite de mis órganos sensoriales, no pude más y yo también comencé a quitarme la ropa. La penetré fuertemente y al culminar ese placer carnal voltea y….
Permíteme necesito que salgan lagrimas, ella, la silueta extraordinaria, era el diablo.
THE END


¡Alejandro apaga la computadora y vente a cenar ¡
Le contesté a mi madre que no tenía hambre. Me quedé enfrente del monitor cinco minutos analizando ese correo. El remitente era desconocido, pero aparte, no entendía ni un carajo de esas líneas. En fin, era algo sin sentido. Eso pensé. Esa noche iba ver a mi novia, pero le llamé y le dije que me dolía la cabeza, que si podía verla mañana.
Al día siguiente llegaron mis amigos alarmados gritando que habían matado a Cristina ¡Que habían matado a Cristina! Cristina, mi novia. Es lo único extraño que sucedió señor oficial, yo no estaba con ella, pero yo la maté por no haber salido con ella, por leer esa carta electrónica de ese email tan llamativo diablitapicosa @hotmail.com

Tiene que creerme…

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