30 mayo 2009

La honorable familia Ramírez (Jonathan Mata)

Ahora que lo menciona creo que mi temor viene de la infancia, cuando fuimos a comer a casa de Ramírez, el subordinado de mi padre. En aquel entonces yo tenía unos 9 años y recuerdo aquella familia como algo absolutamente kitsch, yo por supuesto hago conjeturas ahora mismo de que esa noche mi vida quedo marcada para siempre. Me sucede como a todos en alguna ocasión, ahora te das cuenta de que tus padres te mandaban cada semana a dormir a casa de tus primos para poder hacer el amor en paz, o que esas películas en el armario de tu padre eran pornografía, que tu tío Raúl no estaba de vacaciones en Vallarta sino que estaba preso por ladrón, y tu hamster no había muerto de tristeza, sino por envenenamiento intencional.

¿Qué como eran los Ramírez? Vivian en un complejo de casas, todas igualitas, con su jardincito y su coche aparcado en la entrada, el mas económico posible pero con aromatizante de pino. Eran una bonita familia, tenían 2 niños, Pablito y Marianita, los dos en el cuadro de honor claro está. Tenían una mascota, un french poodle, se llamaba “princesa”. Los domingos sin falta a la iglesia y a comer a casa de los padres de la esposa, Ramírez le hacia la pelota al suegro mientras hablaban de hazañas que nunca realizaron. Pero lo mejor era que al volver a casa, Pablito se sentaba a la izquierda y Marianita a la derecha, los pequeños Ramírez uno detrás del otro. Por supuesto no lo decían, pero ambos querían que Pablito siguiera los pasos del padre y Marianita encontrara a un hombre que al menos tuviera piscina en casa, de hecho en casa familiar de los padres de la esposa no había jardín, era el ciclo progresivo de la familia,. Creo que la mujer estaba esperando al tercer hijo, claro que Ramírez esperaba que fuera niño, y así poder seguir el ciclo de niño-niña-niño.

Carajo, ¿puedo abrir la ventana? De repente me sentí mareado. Creo que ahora Pablito, bueno, Pablo, está pagando su casa en el mismo coto y Mariana tiene una tienda de cositas hechas a mano. Mi padre me comentó unos años después que Ramírez renunció y firmó en otra compañía, yo sinceramente creo que se ahorcó.

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