01 enero 2009

La caja de galletas (Jonathan Mata)

Mi hija me pidió con mucha insistencia que le mostrase los juguetes de mi infancia, la realidad
es que no había mucho de donde elegir, porque mi infancia terminó de manera anticipada. Por
alguna razón que sigo sin entender, el destino me tenía preparada una jugada inesperada, al
buscar entre las viejas cajas empolvadas, encontré una pequeña caja de cartón sobreviviente de
aquella época, era una caja de unas galletas que ya no fabrican en estos días.
Aproveché la distracción de Valeria, mi hija, para separar esa pequeña caja del resto.

De algún modo me ausente de toda actualidad en ese instante, recuerdos amargos me
invadieron, y Valeria lo notó, le di una caja de pequeños soldados de madera que ni yo mismo
recordaba; ella estaba fascinada, como si esos muñecos fueran de otro mundo, y en parte tenía
razón, 1963 era otro mundo.

En 1963 se vivía un tiempo duro en mi país, hacia 18 meses que las fuerzas revolucionarias
asediaban las calles, peleando por causas que yo no comprendía, y probablemente ellos tampoco.
La navidad era una época que yo adoraba, no había muchos obsequios, pero la familia llenaba
cualquier falta de objetos, era mi padre, mi madre, mi hermano y mi hermana menor. Yo contaba los días para la Nochebuena con 3 meses de anticipación, era el instante donde no importaba la revolución, donde lo que importaba era el momento de compartir sonrisas al momento de descubrir nuestros obsequios. Me gustaba anotar con un gis en el patio de la casa todos los días que restaban, y luego los borraba. Trataba de borrarlos lo mas tarde posible para que la emoción fuera mas duradera.

Las semanas pasaron y en el periódico se leía algo muy esperanzador para todos, habría
una tregua de 10 días por las fiestas. Era muy emocionante ver a mi padre tranquilo por esa noticia, y creo que todos sentíamos lo mismo. El día 22 de diciembre, mi padre salió a comprar
una botella de vino especial, con el que celebraría en la Nochebuena junto a mi madre,
era una tradición para él comprar ese día el vino, cada año lo hacia así. No recuerdo bien a que hora salió, pero recuerdo bien a que hora mi madre comenzó a llorar porque no regresaba, eran las 10:40 de la noche.

Se llamó a la policía, y a los vecinos, pero mi padre no apareció. Mi madre se sentó inmóvil,
mirando el reloj por casi 4 horas, tenia las manos juntas con una pañuelo bien apretado.
Habían pasado 24 horas y no había noticias de mi padre, y la verdad es que yo no comprendía
del todo que sucedía, solo me partía el alma ver a mi madre sufrir así, tenía miedo de que
llegara la noche del día 24,ojala hubiera podido retrasar el tiempo, para no ver la cara de mis hermanos y mi madre tratando de comer un pavo que no tenia color, pero no pude.

Ese día nos fuimos a la cama en silencio, había una incertidumbre brutal en el ambiente, y yo
tenía una ansiedad terrible porque amaneciera, y esta vez no era para abrir los regalos, era solo
para acallar las imágenes que venían a mi mente.

A las 8 en punto de la mañana del 25 estábamos los 4 rodeando el árbol, había una caja para cada uno de nosotros, mi hermano recibió un camión de carga, mi hermana una muñeca con equipo
de profesora y yo un robot espacial, en la caja de mi madre había un alhajero que poco recuerdo.
El obsequio de mi padre quedo intacto, estábamos esperando a que él mismo lo abriera.

Pasaron los días, y las semanas, los meses y un año, mi padre no apareció, y su regalo
seguía sin ser tocado para el día en que él mismo lo destapara, no podía creer lo poco que había
jugado con ese robot, simplemente no tenia ganas de usarlo. Las navidades pasaban, y parecía
que nadie quería volver a recibir un regalo en su vida, cada año solo estaba el de mi padre bajo
el árbol, solo mi madre sabía qué era, pero nadie se atrevió a preguntar.

Mi país encontró la paz hasta el año 74, pero mi padre no apareció. Los años se pasaron rápidos,
y las épocas navideñas eran interminables, yo sinceramente en las muchas navidades que siguieron, he esperado que mi padre vuelva y abra su obsequio, ese que mi madre envolvió en una caja de galletas y que hasta el día de hoy nadie tocó..

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