10 marzo 2009
GEA (Por: Héctor De Anda)
Las mujeres son un delirio que hay que disfrutar cada que se tenga oportunidad.
Acarícialas, tócalas, llévalas del brazo, huélelas lo más que puedas, mírales sus formas siempre que exista el descuido de su parte.
Deja que su voz te hipnotice mientras las horas se hagan cargo del mensaje.
Cuando estés con una mujer frente a frente, mírate reflejado en sus ojos para ver lo bien que te hacen.
Róbales la nariz con el pulgar como pretexto para pasear el índice por sus labios, sorpréndete de su dentadura justo después de una extracción de muelas.
Cúmpleles el desdén de caminar por el lado del muro, ayúdalas a saltar las piedras, recárgalas en tu brazo, cierra sus ojos y jueguen al lazarillo.
Nada se asemeja a reír junto a ellas en un templo.
Respira su aliento cuando te hablen de frente, compara sus diminutas manos con las tuyas.
Que siempre te toquen el cabello
Que nunca te falte quién te toque el cabello
Por que nunca sabemos el espontáneo momento en el que ellas
Partirán.
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