01 febrero 2010

EL FIN DE LA ERA - (Por: Magnolia Flores Tapia)



Este inicio de año fue diferente a los anteriores, ¿de qué forma?, realmente no sabría decirlo, solo que es diferente. Son cosas que uno simplemente siente y realmente nada de lo que he sentido a lo largo de los años ha sido equivoco, para bien o para mal.

El aire se sentía diferente, el ánimo de las personas se sentía diferente, el clima no es como el de años anteriores, es como si algo nos quisiera ser comunicado, como si hubiera una señal de alarma constante, un eterno foco rojo parpadeante, que a cada momento dice “cuidado”, como si algo fuera a pasar.

El clima e cada vez más extraño, no son malos los cambios, pero este sí es como una advertencia, los animales se extinguen y las personas… las personas son cada vez más desconfiadas, más individualistas, se la pasan llorando por los rincones y diciendo que son incomprendidos pero cuando alguien les tiende la mano suele echarlo todo a perder, se aprovechan, se burlan, dudan, todo lo ponen a prueba. No sería mejor aceptar cuando se necesita algo y aceptar ese algo cuando alguien nos lo brinda, ¿por qué siempre buscamos el camino difícil?

Ahora ya todo el mundo gira en torno a un solo Dios, ahora sí, después de todo, la humanidad puede presumir que comparten un solo culto… el dinero, ese Dios es el único capaz de solucionar problemas, mejorar vidas, secar lagrimas y provocar sonrisas. ¿Cuánto dinero tienes?, ¿cuánto ganas?, ¿tienes cuenta en el banco?, ¿cuántas tarjetas de crédito tienes?... todo se transforma en ¿cuánto tienes, cuánto vales?, ahora es cuando un bien material pesa más que una risa, que un abrazo, que un atardecer o una estrella.

Ya todo el mundo comienza a oler a podrido, no hace falta que el mundo se acabe con catástrofes para morir, a veces creo que todos en el mundo ya estamos muertos desde hace años. Morimos cuando se nos olvida sonreír, seguimos andando como muertos vivientes y ya después solo nos entierran para hacernos polvo. Tantas obligaciones, tanto pendiente con el tiempo y el dinero nos han hecho muertos vivientes grises, grises tal cual, sin ningún matiz.

Realmente lo único que pasará, es que el mundo como lo conocemos ya no funcionará más y me alegro por eso, desde hace tiempo he sentido que todo esto tiene que acabar ya y afortunadamente eso es lo que presiento, todo cambiará, esta podrida era al fin parece que se acabará, espero que realmente este cambio venga para mejorar.

Esmeralda se acomodó el cabello, levantó su mirada, secó las lágrimas que habían estado derramando sus enormes y hermosos ojos verdes y salió de la tienda donde en lugar de leerle la mano a aquella misteriosa chica había mantenido una extraña plática.

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