20 junio 2009
CAMILA (Por:Magnolia Flores Tapia)
Creo que te amo más de lo que nunca imaginé. No voy a negar que estoy aterrado, pero al verte, al ver tu rostro… tan tranquila, con los ojitos cerraditos y descansando… me enamoro más de ti, te amo, te adoro como jamás creí adorar a alguien en este mundo.
Tuve miedo cuando pensé en todo lo que vendría, ¿y si no estaba listo?... pasé muchas noches en vela tratando de descifrar todo esto que estaba pasando… creo que en fondo desde hace mucho tiempo te deseaba, soñaba con tenerte pero a fin de cuentas no me lo esperaba.
Recuerdo cuando supe de ti… estaba cocinando, sí mi amor, yo estaba cocinando… no es mi especialidad supongo que te irás dando cuenta, pero ahí estaba… todo por ver una sonrisa. Cuchillo en mano picaba todos los ingredientes para su comida favorita… cuando llegó aún no terminaba. Ella me miró, se sentó en silencio… casi pasó una hora mirando hacía ningún lado, callada, y cuando por fin habló y dijo lo que pasaba casi me corto un dedo… se fue el hambre, se fue el sueño… pero a fin de cuentas fue maravilloso… eres maravillosa.
Es increíble velar tus sueños que siempre deben ser felices, siempre debes de sonreír, no quiero nada más para ti que felicidad… jamás olvidaré ese momento en que por fin te tuve entre mis brazos… cuando vi tus ojos, cuando me miraste… cuando tomaste mi mano… pude haber explotado de tanto amor… y valió la pena todo ese miedo, todo el dolor, toda la inseguridad porque ahora me siento pleno, ahora se lo que es la felicidad…
Camila me haces realmente feliz… no hay palabras para explicarlo… me haces pleno… te amo Camila, mi Camila… mi niña.
Marcus soltó la pluma con la que escribía en esa hoja de papel reciclado y siguió observando la cuna, en medio de toda esa obscuridad silenciosa iluminada solo por unas cuantas estrellas fluorescentes.
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