Anoche soñé, me hablo Dios, en apariencia es muy distinto de lo que yo tenia pensado, era una gran araña mecánica con cabeza de muñeca vieja, y aunque tenia voz de robot, yo logre reconocerlo por la desesperación evidente en su mirada, le pedí permiso para hacerle una pregunta, el respondió con un lamento ultratecnologico que si, pero solo podía hacer una, una sola pregunta. Y ahí estaba yo frente a Él con la responsabilidad de toda una raza sobre mis hombros, debía resolver con mi pregunta todas las dudas del hombre con respecto a la creación, la evolución y el Apocalipsis.
Lo primero que hice fue obtener una silla de madera y sentarme a contemplar sus patas de acero, eran realmente fuertes y brillantes, tanto que quise llorar. Todo en aquel sitio parecía muy tranquilo, no me atreví a preguntar donde estaba, temía echar a perder mi oportunidad cuestionando tal trivialidad, y aunque me miraba paciente, esperando mi pregunta, entre en pánico inmediatamente, ¿y si despertaba antes de preguntar? Por lo que avente una pregunta al aire, lo primero que me vino a la memoria, ¿Cuándo te volviste artificial?
30 abril 2009
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